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viernes, 6 de noviembre de 2015
Para
mejorar nuestro rendimiento como nadadores es esencial equilibrar el
trabajo de técnica con el trabajo físico.
En
lo que se refiere al entrenamiento de natación muchos nadadores caen
en el error de centrarse única y exclusivamente en una sola de las
áreas a trabajar.
Centrarse
en una sola de estas áreas o campos en detrimento de la otra es la
razón primera del por qué los nadadores quedan estancados en su
desarrollo y no consiguen avanzar en su progresión.
Si
conseguimos equilibrar el trabajo técnico y físico en una
estructura semanal o mensual ordenada y estudiada, conseguiremos
aumentar nuestro rendimiento, progresar y mejorar lo máximo posible.
A
parte de estas dos grandes áreas, tendremos que tener en cuenta el
realizar algunos pasos para adaptar nuestro nado en piscina a nuestro
nado en aguas abiertas, que también se incluirán en el plan de
entrenamiento.
La
combinación de estos tres elementos, entrenamiento físico,
entrenamiento técnico y adaptación a las aguas abiertas son la
clave para el éxito y la mejora en nuestro rendimiento como
nadadores.
Al
preparar un plan de entrene, en primer lugar tenemos que determinar
la duración del programa y luego dividir el tiempo en tres fases. El
número de semanas que vamos a pasar en las distintas fases de
entrenamiento depende de varios factores, incluyendo la experiencia
en Natación, nivel de condición física inicial, la edad, el evento
específico (distancia, sprint, en aguas abiertas, triatlón), y la
longitud total del plan de entrenamiento.
A
continuación, debemos preparar horarios de entrenamiento semanales
en cada fase del entrenamiento. Si tenemos muchas cosas que hacer a
la semana, puede que no sepamos cuándo programar entrenamientos
específicos. Las siguientes pautas inteligentes para la programación
semanal pueden simplificar esta parte de la planificación:
Nadar
tres o cuatro sesiones de entrenamiento cada semana. Tres o cuatro
sesiones de piscina por semana es ideal si estamos muy ocupados y
estamos buscando una variedad saludable en el entrenamiento. Los
nadadores que hacen menos de tres entrenamientos cada semana les
resulta difícil, si no imposible, mejorar. Más de cuatro
entrenamientos semanales se recomendaría únicamente si estamos
preparando algún evento de larga distancia.
Por
otra parte, debemos alternar la intensidad de los entrenamientos. Por
ejemplo, seguir a un día de fuerte entrenamiento con un día de
entrenamiento de baja intensidad, como nadar suave o hacer
estiramientos.
Descanso.
Debemos programar un día completo de descanso en la semana para que
nuestro cuerpo se recupere. Si no nos sentimos cómodos con un día
de inactividad, programaremos un día de la semana con una actividad
ligera, como estiramientos, una clase de yoga, etc. Aunque siempre
debemos tener en mente que el descanso forma parte del entrenamiento,
si nuestros músculos no descansan no podrán dar lo mejor de si en
el siguiente entrene o en la misma competición.

Muy interesante. Un entrenamiento paso a paso para mejorar tu técnica bajo el agua
ResponderEliminarMuy interesante. Un entrenamiento paso a paso para mejorar tu técnica bajo el agua
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